viernes, 2 de septiembre de 2016

DESTITUCIÓN DE DILMA

La derecha no descansa. NUNCA. Y recurre a todos los artilugios, (LEGALES, "LEGALES", O ILEGALES) que considere necesarios para lograr sus objetivos.
¿Cuáles fueron, son y serán sus objetivos?: Sencillamente, acumular dinero. Ninguna otra estrella la guía.
Si para lograrlo tiene que matar, (perdón, mandar a matar. No se ensucian las manos directamente) lo hacen sin inconveniente alguno. Recordemos sino lo que le pasó a nuestro país vecino hace algunos años cuando Salvador Allende perdió el cargo de Presidente de Chile y perdió, con el, la vida en el Palacio de la Moneda, merced a la traición de Pinochet, militar claramente de derecha y apoyado y financiado por la derecha internacional, cuando aun no se hablaba de globalización, aunque existía. Y hay muchísimos ejemplos mas.
Pero, "por suerte" no siempre necesitan matar para lograr su objetivo. Últimamente, ni siquiera necesitaron recurrir a militares aliados para producir golpes. Les bastó con políticos traidortes y desestabilizadores y con la invalorable ayuda de sus empresarios amigos y socios, dueños de medios de comunicación que prepararon el terreno para el "golpe blando", "golpe blanco", "golpe de baja intensidad", "golpe pacífico", "golpe civil", o como quiera llamársele, pero teniendo SIEMPRE presente la palabra GOLPE. (Ver pie de página)
En esta línea se encuentra Honduras. Año 2009: Congreso Nacional, Tribunal Supremo Nacional y Corte Suprema de Justicia enfrentan al Presidente Manuel Zelaya, que buscaba realizar un referéndum para modificar la Constitución, mediante Asamblea Constituyente, para permitir el ingreso de Honduras al ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas). Un juicio político lo destituyó. 
También Paraguay, donde la Cámara de Diputados acusó al Presidente Fernando Lugo por mal desempeño de sus funciones, endilgándole la responsabilidad de  los enfrentamientos entre campesinos y policías ocurridos en Curuguaty con un saldo de diecisiete muertos. A pesar de la falta de pruebas reales, la presentación de acusaciones falsas, Lugo fue destituido en 2.009 en un juicio "express" que duró menos de 48 horas y en el que se le dieron solo dos horas a la defensa para la presentación oral de su descargo en el Senado.
De otra manera pero, como siempre, tras los mismos objetivos, operaron en Venezuela para desprestigiar a Chavez y actualmente están asfixiando a Maduro, como lo hicieron medio siglo con Fidel, operan contra Correa en Ecuador y operaron contra el matrimonio Kirchner, (especialmente contra Cristina) en la Argentina. No estoy martirizando a ninguno de los presidentes que no le cayeron simpáticos a la derecha internacional, comandada por Estados Unidos. Que nadie crea que los funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner involucrados en hechos de corrupción son mas buenos por esta causa. Al contrario. Son peores, ya que debieron tener en cuenta que había enfrente un enemigo poderoso y debían cuidar que no se cometiera ningún ilícito en el área de su incumbencia para evitar que esto fuera aprovechado para desprestigiar al gobierno. 
Y en esto de aventar cualquier movimiento popular en el mundo que se enfrente, aunque mas no sea mínimamente, a los intereses de la derecha globalizada y de EE UU, esta vez le tocó el turno a Brasil. 
La principal acusación contra Rousseff no fue el dantesco escándalo de sobornos en Petrobras, que salpica a su gobierno y a la clase política brasileña en general, tampoco los señalamientos de que la campaña de reelección presidencial en 2014 recibió dinero desviado de la petrolera estatal y de grandes obras públicas, como dijeron ex ejecutivos de la constructora Andrade Gutierrez ante los fiscales.
La acusación central contra Rousseff en el Congreso fue que violó normas fiscales, maquillando el déficit del presupuesto. 
Si bien cada País tiene sus normas y está bien que estas se respeten, en la Argentina no hubo Presidente que no produjera acciones similares. Acá esto no es causal de destitución Sin embargo podía haberle costado algún dolor de cabeza a mas de uno. Esto nunca sucedió. Lo mismo podría decirse de muchos otros países latinoamericanos. Pero si comparamos Brasil con Brasil, esta no es la primera vez que sucede algo análogo en el gran País de la región. Sin embargo, nunca a nadie se le había ocurrido destituir al Presidente por causas similares. Esta vez, si. La oportunidad bien leída por los golpìstas, el apoyo de los medios con el que contaron, bastó. 
Los países mas importantes de la región transitan en estos momentos por un camino "de derechas". Inflación que sufren los pobres, insuficientes aumentos de sueldo, pérdida concreta del poder adquisitivo, transferencia de riquezas del bolsillo de los pobres a la cuenta bancaria de los ricos, o sea: AJUSTE.
¿Cuál es el límite?: La tolerancia del ajustado. Si el pueblo no tolera el ajuste, el traidor Temer tendrá que irse.
En la década de los años 70 tuvimos golpes en todos los países de la región. La mayoría de la población miró para otro lado, por eso pudieron concretarse. Además, políticos traidores apoyaron los golpes, que estaban acompañados por muertes en todos los casos. 
Ahora, el "modus operandi" del establishment internacional concentrador de riquezas son los "golpes blandos". Si miramos para otro lado, estos, como los "golpes duros" de los 70, serán posibles. Si participamos, estamos atentos y resistimos, NO.


La doctrina del “golpe blando”, aplicada por EE UU fue acuñada por el politólogo y filosofo norteamericano Gene Sharp, que en una de sus obras llamada “La política de la acción no violenta”, expone que toda estructura de poder está basada en la obediencia del sujeto al líder político. De esta forma, si el sujeto no obedece, el líder político no tiene poder. ¿Cómo se logra esto? Mediante una serie de pasos o etapas, que pueden estar jerarquizadas o ser simultáneas:

1° Ablandamiento: promoción de factores de malestar (inseguridad, desabastecimiento, manipulación del dólar).
2° Deslegitimación: acusación de totalitarismo, reclamos libertad de prensa, derechos humanos y corrupción, manipulación de prejuicios ideológicos (comunismo, populismo).
3° Calentamiento de la calle: fomento de conflicto y de todo tipo de protestas, organización de manifestaciones, toma de instituciones públicas, radicalización de la confrontación.
4° Desestabilización: desarrollo de operaciones de guerra psicológica para justificar medidas represivas a fin de generar clima de ingobernabilidad.
5° Fractura institucional: sobre la base de 3° y 4° se obliga la renuncia del presidente.

Esta suerte de “guía” para propiciar la salida forzada de un gobierno democrático, es bien apuntalada por un entramado de medios de comunicación que allanan el terreno de la subjetividad social y de sectores conservadores vinculados al poder judicial, que actúan como “la pata legal” en este tipo de maniobras.

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